I
Breve fluencia
unos rostros de agua:
ya lejos, muy lejos.
II
Y habló la voz
a los desterrados
hijos de sus hijos.
III
Gemas astrales
del cielo nocturno
de cada palabra.
IV
Luna rotante
o viento del sueño
de mortales pasos
XXIII
Caminaron el puente de los siglos
hasta el oscuro país de la Araña, donde sus llagas
al fin descansaron de su abrigo de efímera carne.
XXVIII
Los ojos de los muertos miran a la Tierra Prometida.
les oímos murmurar a veces, pero la canción
que cantan es una y siempre la misma.
L
La mañana se despliega como espléndido fruto
sobre los pechos de Yocasta y su hijo dormido,
escena de un imposible retorno al origen.
LXVI
Marcha bajo la noche estrellada, preñada de mundos,
pero la muerte aquí abajo
se paga viviendo.
Breve fluencia
unos rostros de agua:
ya lejos, muy lejos.
II
Y habló la voz
a los desterrados
hijos de sus hijos.
III
Gemas astrales
del cielo nocturno
de cada palabra.
IV
Luna rotante
o viento del sueño
de mortales pasos
XXIII
Caminaron el puente de los siglos
hasta el oscuro país de la Araña, donde sus llagas
al fin descansaron de su abrigo de efímera carne.
XXVIII
Los ojos de los muertos miran a la Tierra Prometida.
les oímos murmurar a veces, pero la canción
que cantan es una y siempre la misma.
L
La mañana se despliega como espléndido fruto
sobre los pechos de Yocasta y su hijo dormido,
escena de un imposible retorno al origen.
LXVI
Marcha bajo la noche estrellada, preñada de mundos,
pero la muerte aquí abajo
se paga viviendo.
Alejandro Drewes
Uvas del Paraíso - 2008 - Editorial Francachella
1 comentario:
Y se hicieron yerba húmeda arrancando como luces bipolares...
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